jueves, 29 de abril de 2010

Estrenos

Hasta que vuelva y sea de abril tu nombre,fugaz como una máscara pero también templado,antiguo y nuevo, tan de siempre,tan próximo a mis músculos
como un lunar de sangre.
Y así abrigada por tu sombra,seré la que no espera,la dócil piel que se descalzay se muestra ante ti sin su costumbre,recién nacida y frágil,como el estreno de un vestido roto.

domingo, 18 de abril de 2010

El túnel

Dame paz y te haré un hogar en la gruta,
un territorio de sonámbulos
al que arribar los días de más frío.
Un rincón que se inicie en las tinieblas,
como el salón de esas mujeres
que se extirpan los ojos a cambio de una voz.
Si me arrancas el nombre, seré ciega,
creceré hasta el eclipse
y allí donde los otros ven espejos
yo inventaré una vida sin balcones,
un refugio de bruma,
un túnel que nos libre de la luz.
Serán nuestros la noche y sus enigmas.
Me haré de sombra y cuevay al fin tendrás el cuerpo oscuro que demandas.

martes, 13 de abril de 2010

A mí sí me gustan los gatos


Me gustan los gatos y me gustan más que los perros. Y por varias razones.
Si llevas un gato a tu casa y en tu casa conviven varias personas va a ser él quién elija a su dueño y, una vez elegido, su dueño es su dueño para siempre. Rara vez aceptarán una caricia, un mimo o un soborno de quien él no quiera recibirlos.
Son incorruptibles, incomprables, y eso, para mí, sí que es fidelidad.
Te quieren mucho pero si te vas un tiempo pueden apañárselas solos. Te van a echar de menos pero te dejan ir. Y no se me ocurre nada más parecido a la generosidad.
Y, por si todo eso fuera poco, ellos también necesitan su espacio, su independencia, su lugar único. Respiran y te dejan respirar.
Y todo esto para decir que sigo echando mucho de menos a Tina, tal vez porque ahora ya nadie me araña los sillones.

jueves, 8 de abril de 2010

Nada

Vuelvo a secar la gota que escurre en los cristales
pero no existen ni la gota
ni la mano que indaga en el papel
y el lector se impacienta cuando lee tonterías.

Espera que le cuenten la historia de los perros,
por qué ladran y a quién muerde su ruido.

Algo que sí trascienda,
sabio como el borrón que mancha cada nombre,
algo en verdad terrible
como una muerte sin zapatos
o la tumba de un niño.

Y piensan que esta ingenua mujer ríe
mientras fuera sucede la cal como un desastre.

Todos quieren saber por qué no escupe,
por qué no escribe úlceras
y sí cachorros, puentes, labios
o simplemente nada.