Bajo la oscuridad el cuerpo tiembla,
tiritan los cuchillos,
se invierte el agujero de la luz.
Porque somos nocturnos
se curan de la edad nuestros pecados.
Cicatriza el invierno de la voz,
la herida del sonido que nos dobla.
Abrigamos la noche con los pájaros;
y así, sólo desnudos,
dejamos que en las velas se inicien los paisajes.
4 comentarios:
Cada vez creas imágenes más originales y más perfectas.
Un besazo, linda
Es que tú me lees con buenos ojos...
Un besazo para ti. Grande.
Carmen
bellísimo!
Es tu mano de poeta.
Gracias por pasarte, Paula.
Un beso,
Carmen
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