viernes, 14 de mayo de 2010

Obsequios

Te doy la casa y sus cimientos,
sus armarios vacíos.
Te doy el pan
y con él todo el hambre de una noche,
toda la sed y la pobreza.
Te doy mi piel a sorbos
para que cuando bebas se vuelva absurdo el tiempoy con él las facturas, las llaves, los pasillos
y esa sombra que habita en nuestras manos
como una inútil mancha de dolor.