martes, 16 de junio de 2009

La casa de noche

No te duermas temprano,
hazle sitio al recuerdo
y deja que el desvelo te sostenga.
Que se extienda la sombra en la ventana.
Que se pinten nocturnas las paredes.
Manten las luces encendidas
y convierte la noche en un refugio.
Porque la casa inventa su lenguaje,
un código de humilde soledad.
Son letras que se escriben desde un hogar vacío,
son, apenas, un hueco que se suicida a oscuras.
Un reloj que seduce a la impaciencia
y traza en el espacio el desorden del tiempo.

8 comentarios:

Ana Clavero dijo...

Te he hecho caso y no me he dormido temprano...aunque a fuer de ser sinceros, no sé si me servirá para trazar en el espacio el desorden del tiempo...en fin, buenas noches,niña, y felices sueños

Un abrazo

paula varela dijo...

maravilloso, querida Carmen!

faustino lobato dijo...

Precioso, como siempre. Estos versos encandilan...Un abrazo amiga. Tino

Jesús Aparicio González dijo...

En soledad y silencio encuentra el creador esa gota de agua virgen que fertiliza la sed de más amor.
Me ha gustado tu poema.
Un beso
Jesús

Carmen dijo...

Ana, jajaja... eres la monda... me has hecho reír a base de bien... Espero que, al menos, te haya servido para cualquier otra cosa...

Un besote, cielo.

Carmen

Carmen dijo...

Una alegría encontrarte por aquí, Paula...

Besotes grandes,

Carmen

Carmen dijo...

Hola Tino,

Ya me he acostumbrado a tus visitas, gracias por ellas.

Un beso,

Carmen

Carmen dijo...

Hola Jesús,

sí, la soledad y el silencio son imprescindibles para cualquier tipo de creación, por eso, tal vez, "crear" o intentar hacerlo, duela a veces un poquito...

Me alegró encontrarte.

Un beso,

Carmen