Sin un trozo de lluvia que llevarse a la boca,
seco como el portal de aquella plaza,
sin cocer, como el pan que nos comemos y nos sabe a rincones.
Ambiguo y sin sentido,
así es el trazo de las cosas grises;
sin duende,
sin el olor que anuncian las tormentas,
negro como el final de una película.
Sin magia y sin asombro,
como esta larga noche que trepa por mi vientre
y se bebe la luz de un nombre extraño.
4 comentarios:
ante poemas como este no hacen falta las palabras, Carmen...
Besos
Marian
Como siempre, gracias por tu fidelidad, Marian.
Beso gordo,
Carmen
madre mía....joder
No sé si te ha gustado o te ha espantado, jajaja...
Besos
Publicar un comentario