No hacen falta comentarios. Me pasa una cosa, Carmen, que incomprensiblemente me impactan y me duelen más, las fotos que no tienen sangre si no las fotos en las que aparecen mirando a la cámara unos rostros llenos de dolor interior, y de miedo, mucho miedo metido en los huesos. Hay muchos niños que dejan de hablar, o que dejan de dormir. ¿Quién evalúa los destrozos sicológicos de todo esto?
4 comentarios:
No hacen falta comentarios.
Me pasa una cosa, Carmen, que incomprensiblemente me impactan y me duelen más, las fotos que no tienen sangre si no las fotos en las que aparecen mirando a la cámara unos rostros llenos de dolor interior, y de miedo, mucho miedo metido en los huesos.
Hay muchos niños que dejan de hablar, o que dejan de dormir.
¿Quién evalúa los destrozos sicológicos de todo esto?
Nadie va a evaluar nada, Víctor... Es otra vergüenza más de las muchas que hacen bastante feo el mundo...
Mi beso.beso. Siempre grande.
todos somos gaza...aunque no les aguantemos la mirada...un abrazo
Hola Jaume... lo sé... y ahora qué sucede? todo se acalló de repente???
Un beso.
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