viernes, 25 de septiembre de 2009

Humedad

Habló desde la esquina de la luz más oscura
y supe que sonaba a cascabeles.

Me aproximé a su voz para encontrar mi lengua
y, en silencio, escuché caer el agua.

Llovía cerca de las sílabas,
-tal vez ya somos líquido,
tal vez sólo nos falte alentar la saliva
y dejar que nos beba-.

Que nos mojen las noches y sus peces.
Que despierte el extraño que duerme en nuestra boca.

4 comentarios:

Bletisa dijo...

Mucho lirismo, mucha emoción.
Espectacular, lo guardo

Carmen dijo...

Pues es un honor que te lo guardes...

Beso gordo,

Desconcierto dijo...

y el extraño despertó...y llovía...

me gusta, Carmen.

muchos poemas tuyos leídos...y nunca cansan...

besos

Carmen dijo...

Tienes razón, Antonio... muchos... debes ser junto con Ana la persona que más poemas me ha leído... Os merecéis un premio los dos, jajaja...

Besote grande,

Carmen