martes, 12 de mayo de 2009

Poema Infantil

El tenía paraguas en los dedos.

Y yo, que estaba loca por sus manos,
pretendía mojar con mi lengua su voz,
salvarme de la vida tras su espalda.

Quería darle besos en el miedo.

Explicarle que dentro de mis cosas
hay duendes que vigilan el planeta
(para que nadie pueda hacerte daño,
mi amor).

Yo quería cuidarle de lo negro,
ser parque en sus domingos.

Llenarle los zapatos de tormentas.

Y enseñarle que todo es de mentira
menos este momento que llueve en las ventanas.

4 comentarios:

Ana Clavero dijo...

Has ascendido hasta la ternura y me está gustando muchísimo.

Lo que no me gusta es el tono gris del fondo del blog. Déjale el azul que está más mono.

Un besazo

Carmen dijo...

Hola Ana,

La verdad es que estoy intentado "otas cosas", a ver que sale... aligerar, tal vez... Es lo que en estos momentos me pide el body.

Y lo siento, a lo más que llego, de momento, y por ser tú, es a aclarar el gris para que sea menos gris. Estaba harta del azul (je).

Besos muy grandes,

Carmen

Ana Muela Sopeña dijo...

Carmen, he puesto en mi blog un link a este fantástico blog.

Este poema me ha gustado mucho.

Besitos

Ana

Carmen dijo...

Gracias, Ana.

Por la lectura y por el link. Estoy encantada porque así estaremos mucho más cerca.

Besos,

Carmen