Cada vez que una noche se me posa entre los párpados,la luz se enciende. Siempre le gano la batalla al negro instante al que otros llegan con la rabia convertida en un rayo que destruye lo que toca. Siempre comprendo al que me busca en máscaras de lo que no soy. Su vientre está tan cerca que es el hogar que me respira, aunque huya de su voz y su sonido rapte la semilla que brota en mi silencio. |
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