miércoles, 25 de julio de 2012

Hay días



Hay días que la luna me da miedo,
días sin pan
que atravieso despacio
y con la boca llena de cerrojos;
son horas de papel en las que nadie entra
- ni siquiera tu voz-.

Es ese tiempo sólo mío
que arrasa mi futuro,
mis ganas de vivir tan lejos de la carne,
tan mutilada.
Es ese tiempo sordo en el que nada crece.

Son días de silencio y abandono,
horas de las que salgo con la piel arañada
y sabiendo que soy mi peor enemiga.
Una mujer que no conoces
aunque siempre la esperes con la paciencia intacta,
con la casa caliente
y ese perdón sin labios que agranda mi vergüenza.

16 comentarios:

Faro dijo...

Y hay días en que vuelve la mejor Carmen, la mujer que enciende lumbres y tempestades con poemas como este, poemas de amor a sí misma aunque ella no lo sepa, el ser humano que ilumina el camino de algún hombre solitario y de tantos que hicieron del dolor callado un altar donde quemar los días de su vida con los ojos puestos en la poeta inmensa que jamás debió de callarse y sí hacer de cada instante un momento de gloria literaria como nos tenía tan acostumbrados. Recuerdo que a mí, de muy chico, hace ya tanto de tanto, me decían los jesuitas belgas que el amor humano nos acerca a Dios: bien, Carmen es lo más parecido que encuentro yo a ese dios que luego supe no hablaba por las noches sencillamente porque no existía y que en realidad se escribía con minúscula porque habitaba entre nosotros, tenía trenzas, boca de apetito, una blusa donde mecer la melancolía diaria, ojos de carbunclo y unos muslos que prometían el paraíso porque este sí que existía y llevaba siempre, siempre, nombre de mujer. A partir de este poema, Carmen comparte ya su tiempo, abre los labios para que vuelva a entrar la vida que le espera como quien espera el viento de la buena gente, ha nacido la frontera con las manos llenas de porvenires, milagro de la literatura y quién sabe si de algún amor no correspondido como proclaman los últimos versos, qué importa si la casa está encendida y ella está en el camino de volver a sí misma, donde habita un mundo tan hermoso que trasciende su mirada mimosa y se instala en el resto, en la plebe de donde yo vengo y desde donde yo la adoro como se debía adorar a ese dios de los jesuitas belgas que tanto me dijeron en la sierra de los helechos cuando el mundo era bueno y nadie había muerto en casa todavía. Hoy es fiesta en el fragor literario de este rincón donde se vive la vida a pleno pulmón, la vida íntima de lo mejor de nosotros mismos, este rincón que edificó ella un día con sus manos de orfebre solidaria, este rincón donde se puede vivir la mejor de las vidas. Y hoy es fiesta también en mi corazón, que parece núbil a la sombra de su palabra.

Un beso, poetaza

Ana Clavero dijo...

Después del comentario de Faro es dificil encontrar palabras. Jopé! entre la poeta y el comentarista, la dejáis a una sin saber si cortarse las venas, o dejárselas largas. Qué envidia tanta maestría!
Sólo puedo decirte que, con el tiempo esos días se espacian, pero sé que sirve de poco dar aliento, porque en esos momentos pocas cosas consuelan.

Te quiero, niña de trenzas.
¡Hala! Vete a la orillita del mar, que no cura, pero ayuda.

Besazos.

estrella dijo...

Hola Carmen!!!!
Pero qué grande eres niña,excelente poema,tan lleno de intimismo,pues nace de tu corazón,con tanta sensibilidad y dolor... y entrega,tú lo haces posible compartiéndolo con nosotros,tu silencio se convierte en grito cuando derramas tus...letras!!
Y las noches pasarán y llegará de nuevo el día y lo verás con una sonrisa,seguro!!!!
Un fuerte abrazo!!!!

Desconcierto dijo...

yo sólo podría decir:

"joder, me ha encantado,coño!"

besazos

Carmen dijo...

Bueno, como dice Ana, después de leerte a ti poco se puede decir... Sí, lo que digo siempre, que "ensombreces" los poemas que comentas porque en la mayoría de los casos tu comentario supera al poema... Ya sabes que para escribir éste necesité un empujón y sabes también quién me lo dio. Muchas gracias.

Un beso

Carmen dijo...

Te hago casos todos los días, Ana, y todos me voy a la orilla del mar que, como tú dices, no cura del todo, pero sí que ayuda y mucho... Aquí sigo, pasando el largo y plácido verano... Ya llevo tres semanas en la playa y aún me quedaré un poco más... No hago nada especial pero se está tan bien...

Un besazo, guapa.

Carmen dijo...

Hola Estrellita,

Ya sabes que yo sólo y casi exclusivamente escribo de mí misma... un tema aburrido y recurrente, jeje, pero soy una egoísta porque lo hago para "vivir mejor"...

Un besazo y mil gracias por venir.

Carmen dijo...

Jeje... muy expresivo... Y te echaba de menos... Ya sé que soy una egoísta pero cuando no estás te echo de menos...

Un besazo, Antonio. Tienes vacas?

Faro dijo...

No, Carmen, el poema es mucho más grande que las palabras que siguen debajo. Grande, grande de verdad. Y en cualquier caso nadie puede emsombrecerte, sino proclamarte la poeta inmesa y la mujer definitiva que eres. De eso trata el esmero amoroso con el que yo acudo a tu llamada siempre. Esta vez, con el alborozo de encontrar de nuevo los versos de tu "vuelta".
Un beso.

Carmen dijo...

Me pongo colorada... bueno, sabes que yo no tengo el menor interés en publicar (mi relación con la poesía va mucho más allá de eso y yo soy tremendamente egoísta cuando escribo porque lo hago sólo por mi y para mí) ni muevo un dedo por hacerlo pero si alguna vez sucede, tengo claro quién hará mi prólogo...

Un beso.

faustino lobato dijo...

Como siempre impecable. Eres única mi niña...única. Sigue así y nos destrozas el alma. En el buen sentido.

Faro dijo...

Señorita, mi caché es 1 euro por cada prólogo, pero estoy seguro de que si usted y yo hablamos cara a cara llegaremos a un acuerdo.

Carmen dijo...

1 Euro??? Qué poco... jeje... Na, ni acuerdo ni ná, acepto desde ya...

Carmen dijo...

Hola Tino,

Se nota que me lees con buenos ojos... y yo que te lo agradezco mucho porque eso anima a seguir dándole a la tecla... A dios gracias la poesía volvió, que me tuvo abandonada durante un tiempo demasiado largo.

Un besazo y encantada de encontrarte por aquí.

Ana Muela Sopeña dijo...

Pero qué bien escribes, Carmen. Como siempre.

Tus versos llegan profundamente.

Hay días terribles en donde nada tiene sentido, pero tus versos sí lo tienen.

Te dejo un beso
Ana

Carmen dijo...

Pues llevo una larga temporada que no escribo nada, Ana, así que me alegra infinito que te hayas parado en uno de mis poemas, a lo mejor eso me anima...

Un besazo y mil gracias.