jueves, 26 de noviembre de 2009
Ellas y Ellos
Alguien que lee mucha más poesía que yo me dijo hace poco que Ellas escriben mejor que Ellos. Y quien me lo dijo era un Ello, no una Ella. Supongo que no tiene mucho sentido entrar en discusiones de género cuando se habla de poesía pero después de varios días leyendo a poetas de género femenino (detesto la palabra poetisa, con perdón para quienes la usen) he de reconocer que me he enamorado de la obra de bastantes de ellas. No sé si es acertado o no decir que se vierten más hacia dentro y, claro, eso va en gustos, hay quien prefiere la poesía hacia fuera pero yo cuando quiero "hacia fuera" leo ficción, cuando quiero "hacia dentro" leo poesía. Espero, poco a poco, ir trayendo hasta aquí poemas de esas autoras que me han removido hasta el hígado.
sábado, 21 de noviembre de 2009
Me dices que te hable sobre mi vida
Me dices que te hable sobre mi vida.
Yo te propongo un poema sobre la locura.
Me propones una frase para desarrollar un poema.
Poema es momento presente, lo que me ocupa.
Me dices que me ponga en el lugar
de la que me hubiera gustado ser.
Yo te digo que una actriz de cine
famosa para vivir y ser amada por miles
que es como volar por encima de una playa
y saber que aquella gente me mira y me llama.
Eso es morir.
O suicidarse.
Vagar como un fantasma ausente
en la conciencia de miles sin cuerpo ni cara.
Para verlo tomar palco entre miles estupefactos
y llamarme.
Suelo volar como una paloma herida
en una playa interminable
y dejar rastros de sangre
ante el tin tin ausente
de tu teléfono,
llamarte es confrontarme con la realidad inexorable
de un fracaso
De Oraciones para un dios ausente, Monte Ávila Editores (Venezuela)
Yo te propongo un poema sobre la locura.
Me propones una frase para desarrollar un poema.
Poema es momento presente, lo que me ocupa.
Me dices que me ponga en el lugar
de la que me hubiera gustado ser.
Yo te digo que una actriz de cine
famosa para vivir y ser amada por miles
que es como volar por encima de una playa
y saber que aquella gente me mira y me llama.
Eso es morir.
O suicidarse.
Vagar como un fantasma ausente
en la conciencia de miles sin cuerpo ni cara.
Para verlo tomar palco entre miles estupefactos
y llamarme.
Suelo volar como una paloma herida
en una playa interminable
y dejar rastros de sangre
ante el tin tin ausente
de tu teléfono,
llamarte es confrontarme con la realidad inexorable
de un fracaso
De Oraciones para un dios ausente, Monte Ávila Editores (Venezuela)
jueves, 19 de noviembre de 2009
Dos poemas de Gabriel Ferrater
Útero
Hace ya algunas horas que está aquí.
Partes de su cuerpo, no las más íntimas,
pero partes de su cuerpo, se han diseminado
y esparcido en las cuatro o veinte esquinas
de esta habitación: Y ahora yo vivo
metido dentro de la cosa que amo.
Un movimiento que hago, y que me estira
fuera de mi cubil, toca una media,
un zapato, una falda o un jersey:
los cotos de una tierra que es la mía.
Versión de José Agustin Goytisolo
Cifra
Amor, llevabas en el mundo
siete mil setecientos sesenta y cinco
días, al cerrarse la noche
en que me llamaste desde tu rincón,
voz que se había compadecido
y me recibías, cuerpo bondadoso.
Qué juego perdido, qué rodar
hasta romper un oscuro ramaje,
siete mil setecientos sesenta y cinco
días, antes de que encontrara
dónde te me habías acurrucado,
amor, para crecer lejos de mí.
Versión de José María Valverde
martes, 17 de noviembre de 2009
Palabras
Amo el sonido de algunas palabras: llave, incesto, tórrido, trazo, ámbito, continente, sonámbulo, estigma, senda, pizarra... y, sin embargo, no sé qué hacer con ellas. A veces sólo hago lo que dijo Cortázar: "sujétate a los nombres, así no te caes."
lunes, 16 de noviembre de 2009
Encuentro
Sólo cuando me amas
se me cae esta máscara pulida.
Claribel Alegría
Me vas a perdonar todo este tiempo de errores y vestidos;
de mendigar la luz en los escombros
con un disfraz de tiza escrito en las facciones.
Este tiempo de máscaras y muecas,
de pies desnudos en los charcos.
Esta edad de descuidos y lunares,
de armarios en los ojos.
Este suburbio al que te acercas
para elevar su base con tu mano descalza.
se me cae esta máscara pulida.
Claribel Alegría
Me vas a perdonar todo este tiempo de errores y vestidos;
de mendigar la luz en los escombros
con un disfraz de tiza escrito en las facciones.
Este tiempo de máscaras y muecas,
de pies desnudos en los charcos.
Esta edad de descuidos y lunares,
de armarios en los ojos.
Este suburbio al que te acercas
para elevar su base con tu mano descalza.
domingo, 15 de noviembre de 2009
Compartiendo
Lo que une a la gente no es la edad, ni el lugar donde residen.
Lo que une a la gente es compartir una misma sensibilidad.
Lo que une a la gente es compartir una misma sensibilidad.
jueves, 12 de noviembre de 2009
Fragmento de Rayuela
“La rayuela se juega con una piedrecita que hay que empujar con la punta del zapato. Ingredientes: una acera, una piedrecita, un zapato y un bello dibujo con tiza, preferentemente de colores. En lo alto está el Cielo, abajo está la Tierra, es muy difícil llegar con la piedrecita al Cielo, casi siempre se calcula mal y la piedra sale del dibujo. Poco a poco, sin embargo, se va adquiriendo la habilidad necesaria para salvar las diferentes casillas (rayuela caracol, rayuela rectangular, rayuela de fantasía, poco usada) y un día se aprende a salir de la Tierra y remontar la piedrecita hasta el Cielo, hasta entrar en el Cielo, lo malo es que justamente a esa altura, cuando casi nadie ha aprendido a remontar la piedrecita hasta el Cielo, se acaba de golpe la infancia y se cae en las novelas, en la angustia al divino cohete, en la especulación de otro Cielo al que también hay que aprender a llegar. Y porque se ha salido de la infancia se olvida que para llegar al Cielo se necesitan, como ingredientes, una piedrecita y la punta de un zapato”.
martes, 10 de noviembre de 2009
Refugios
Convertirme en refugio
para ser sólo herida, llaga en mitad del tallo,
grieta que absorbe el cauce del sudor.
Para beber la infancia que te nace en el vientre
como una lágrima en el cieno,
como un temblor de cueva.
Y secarte la piel con un sorbo de vidrio,
despojarla de espuma,
segar su brote entre los labios
y, cuando empiece el grito, ungir con sal tu voz.
para ser sólo herida, llaga en mitad del tallo,
grieta que absorbe el cauce del sudor.
Para beber la infancia que te nace en el vientre
como una lágrima en el cieno,
como un temblor de cueva.
Y secarte la piel con un sorbo de vidrio,
despojarla de espuma,
segar su brote entre los labios
y, cuando empiece el grito, ungir con sal tu voz.
jueves, 5 de noviembre de 2009
The reader
Me pregunto cómo no había visto esta película antes.
Por supuesto he llorado a moco tendido y, una vez más, he vuelto a añorar esa voz que debía leerme libros en voz alta cada noche.
martes, 3 de noviembre de 2009
lunes, 2 de noviembre de 2009
Enemigos
Soy enemiga de tu sombra
porque no vierte en mí su liquidez.
Porque no se hace fuente, ni clamor,
ni arañazo en el hombro,
ni torre demolida por el agua;
ni aliento tras la nuca;
ni escarcha derretida en el ombligo.
Porque es su boca un sótano sin luz,
un hueco en el cemento,
el foso en el que beben los que no tienen lengua.
porque no vierte en mí su liquidez.
Porque no se hace fuente, ni clamor,
ni arañazo en el hombro,
ni torre demolida por el agua;
ni aliento tras la nuca;
ni escarcha derretida en el ombligo.
Porque es su boca un sótano sin luz,
un hueco en el cemento,
el foso en el que beben los que no tienen lengua.
domingo, 1 de noviembre de 2009
Anestesiarme
He decidido quedarme dormida otra vez. Dejar de pensar. Dejar de sentir. A-nes-te-siar-me.
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