Todos tenemos nuestra bestia
María Rosal
Ignoro la estatura de los peces
o de quién es la voz que me despierta.
Nada sé de los perros
ni de los amos de la lumbre.
Lo mío es aprender cuchillos y relojes,
la triste escena del relámpago.
Lo mío es un dolor que no se arropa,
que se propaga a golpes como un grito,
Es la canción del hambre,
la luz que se protege del infierno,
la arruga que gotea en la ventana.
jueves, 28 de enero de 2010
sábado, 23 de enero de 2010
Sin poemas
No puedo escribir. Bueno, a lo mejor si me pusiera podría pero últimamente nunca encuentro el momento de ponerme. Tengo la cabeza en otras cosas, en la vida, en que el tiempo corre que vuela y ya va a hacer un año que estoy sin empleo. En proyectos, en sueños que se me derrumban, en que sigo pensando que debo hacer todo lo posible por no meterme otra vez en la rueda. En que me debo a mí misma intentar algo distinto y hacer oídos sordos a los que pretenden contagiarme su miedo. Tal vez la poesía de momento tenga que esperar. O no, no lo sé. A mí los poemas me nacen solos. Son ellos los que vienen cuando les da la gana. En realidad, no tengo claro si no vienen o si, tal vez, en estos momentos me da miedo dejarlos asomar.
jueves, 14 de enero de 2010
Aquel hogar
Es tiempo de alfileres y de pájaros,
la mansa hora del pan,
la estación de las piedras cosidas a la espalda.
Y aquí estamos de nuevo, mirando a las paredes,
mudos como los libros ya leídos,
escondiendo la gloria detrás de los zapatos,
abandonados a la suerte de los perros sin casa.
Pero aún puedes salvarme,
pintar jarrones en mi sombra,
arrancar de mis pies estas sandalias,
pronunciarme desnuda -o al menos habitarme-,
como si este momento no existiera,
-ni existieran los barcos de papel-,
ni yo fuese un hogar al que le sobran puertas.
la mansa hora del pan,
la estación de las piedras cosidas a la espalda.
Y aquí estamos de nuevo, mirando a las paredes,
mudos como los libros ya leídos,
escondiendo la gloria detrás de los zapatos,
abandonados a la suerte de los perros sin casa.
Pero aún puedes salvarme,
pintar jarrones en mi sombra,
arrancar de mis pies estas sandalias,
pronunciarme desnuda -o al menos habitarme-,
como si este momento no existiera,
-ni existieran los barcos de papel-,
ni yo fuese un hogar al que le sobran puertas.
domingo, 10 de enero de 2010
martes, 5 de enero de 2010
Dos poemas de Juana Bignozzi
La vida plena
A algunos les han quitado las ganas de hablar,
pasan mudos por el amor, aman perros vagabundos
y tienen una piel tan sensible
que nuestros pequeños saludos cotidianos
pueden producirles heridas casi de muerte.
Nosotros, seres amables e inofensivos,
miramos los gatos enfermos, las mujeres con collares
que pasan por la calle
y sentimos un desamor agradable,
casi suficiente.
De "Mujer de cierto orden" 1967
Extrañas parejas
siempre volví en olor de bienvenida
flores animalitos de mis colores
corazones de papel que son los que me importan
y ahora entro en una casa donde
hay que dar la luz y el agua
y no buscar bebida en vaso limpio no la hay
sólo una voz por el teléfono
he aceptado entrar en una casa a oscuras
para que en mi vida no echara raíces el patetismo
De "Interior con poeta" 1993
A algunos les han quitado las ganas de hablar,
pasan mudos por el amor, aman perros vagabundos
y tienen una piel tan sensible
que nuestros pequeños saludos cotidianos
pueden producirles heridas casi de muerte.
Nosotros, seres amables e inofensivos,
miramos los gatos enfermos, las mujeres con collares
que pasan por la calle
y sentimos un desamor agradable,
casi suficiente.
De "Mujer de cierto orden" 1967
Extrañas parejas
siempre volví en olor de bienvenida
flores animalitos de mis colores
corazones de papel que son los que me importan
y ahora entro en una casa donde
hay que dar la luz y el agua
y no buscar bebida en vaso limpio no la hay
sólo una voz por el teléfono
he aceptado entrar en una casa a oscuras
para que en mi vida no echara raíces el patetismo
De "Interior con poeta" 1993
domingo, 3 de enero de 2010
Adiós 2009
No puedo decir que el 2009 haya sido bueno, tampoco sé si malo. Empezó peor imposible con un ERE que dos meses después me dejó en paro y apartada de mi rutina de vida de los últimos años. Siguió con la pobre Tina dejándome tirada justo cuando más tiempo iba a poder pasar con ella. Y luego, pues todo ha sido raro, mucho ocio, mucho tiempo, muchos libros, gente nueva y no tan nueva que resultaron una decepción y también, para ser justos, gente nueva y no tan nueva que resultaron una sorpresa estupenda. La poesía haciéndome sentir cada vez más pequeñita, un viaje maravilloso, otros dos viajes fustrados, mucho caos, y, al final, como resumen, empieza el 2010 de nuevo con más vértigo y, como siempre, con la sensación de que todo pasa muy deprisa y de que yo sigo sin tener ni idea de nada.
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