Todo incita a la noche
y, sin embargo, yo la niego
como otros niegan la verdad más nítida.
No he de quedarme a oscuras
sentada frente a mis vestidos rotos.
No he de quedarme aquí,
mientras afuera exista algún destello,
un solo nombre sin espalda.
He de salir de la mujer dormida,
de esta pausa de carne,
perforar la ventana
-como quien rompe un vicio viejo-
y dejar que se escape este abandono,
esta piel sin herida.
20 comentarios:
Bueno Carmen,
a romper ventanas, existen los destellos, el instante en la noche...
Gracias por seguir enganchándome con tus versos...
beso...
llueve en Madrid...pero que hermosas están sus calles....
Hola Carmen!!
Salir de ti,romper con lo viejo,hacia caminos inexplorados,descubrir esencias que aún no han caído en tus manos,pero caerán...
Un abrazo,gracias por tu poesía,siempre descubro algo nuevo.
Cierto, Antonio, vengo de pasearlas un poquito y están preciosas... y a medida que se hace tarde más... Gracias a ti. Siempre.
Un beso
Sí, esta vez toca eso, Estrella. Muchas gracias por seguir viniendo.
Un abrazo.
Esto es determinación lírica. Y de la rotunda.
Pues te acompaño intangiblemente. Hala.
;-)
Bueno, a eso le llamo yo en mi jerga particular "darle empujones a la vida", jeje... A veces eres tú quién ha de dárselos y no al revés...
Besote, Alicia. Grande.
"sentada frente a mis vestidos rotos". Qué imagen más bonita! El verso final, rotundo.
Muy bonito. Disfruto pasando por aquí.
Un abrazo.
Yo disfruto cuando pasas, José Antonio. Gracias muchas.
Un abrazo.
A ver cómo lo digo...si la piel de gallina pusiera huevos yo podría hacer tortilla para 500 personas. QUÉ PEDAZO DE POEMA. Besos admirados.
Me hiciste sonreír, José, eso sí que te lo agradezco.
Un beso.
Vestidos rotos , perforando ventanas en la oscuridad, piel sin heridas...parece un recorte del diario de "Bella" buscando a su vampiro....;-) , un consejo, mejor sal por la puerta, no sabes como estan de caros los cristales de las ventanas...
Jeje... no te preocupes, la metáfora es la metáfora pero saldré por la puerta, estoy yo como para gastarme dinero en cristales... Otra sonrisa.
Gracias.
Bien, fantástico en general tu blog, otro lugar de buena poesía, otro día que merece la pena solo por descubrirte.
Optimista ese mensaje tuyo sobre las pequeñas cosas que hacen que casi todos los días merezcan la pena...
Encantada de saber de ti.
Gracias.
Hola soy un nuevo seguidor tuyo que acaba de entrar en el mundo del blogger y me encuentro un poco perdido de lo de que la gente siga mi blog y otras cosas.Me gusta los textos que escribes sin duda estan cargados de mucho sentimiento y me gustaria que me ayudaras en avanzar en esto del blog.soy una persona que prefiere estar en el anonimato pero no soy nadie raro solo un chico como tu al que le gusata escribir solo que no quiero que mis textos tengan due;o.Si quisieras me gustaria que sigiuieras mi blog su direccion es jooowiters.blogspot.com y tambien me gustaria que me ayudaras a gestionarlo.t pido ese favor firmado WHO?Writers
Carmen, antes de nada decirte que qué pedazo de poesía nos dejas leer; entre el abatimiento y la determinación me da que eliges siempre lo segundo.
Y el mantra ese vino como las mariposas en verano, sin dueño.
Un beso
EXCELENTE poema, Carmen! Paradójico en su título porque su fuerza no hace más que afirmarte.
Leerte es un placer enorme que agradezco seguir disfrutando desde hace ya unos cuantos años.
Un abrazo poeta!
Hola Who, me daré una vuelta, claro, aunque en mi opinión no tiene mucho sentido comunicar anóninamente... Somos lo que escribimos, me dijo alguien, y nada más hermoso que mostrarlo así tal cual, sin disfraces... El resto es una cadena que se va tejiendo poco a poco, tú lees, otros te leen... te quedas allí donde te gusta.. Afinidades, igual que en la vida... no más.
Buenos, que me pasaré. Gracias por venir.
A mí me suelen decir que "parezco" fuerte, Lino, pero yo no me siento fuerte así que no tengo ni la menor idea de cómo será parecer débil, jeje.
El mantra, si de verdad es anónimo, te lo voy a robar o a tomar prestado, ya te avisé.
Un beso. Gracias.
El placer es mutuo, Paula, ya lo sabes, aunque no siempre lo diga.
Un beso.
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