domingo, 16 de noviembre de 2008

Manos

No me compres las manos, que son libres.
Que tienen tanta sal entre los dedos,
tantas muertes pegadas a las uñas
que su única ambición es el silencio.

3 comentarios:

faustino lobato dijo...

Sencillamente bello, magníficamente sublime y no sé como decirlo de otra manera Carmenciña...Precioso...¡Ay, las manos! siempre las manos protagonistas de los versos...Un abrazo. Tino

Marian Raméntol dijo...

Jo! Carmen! pero qué poderío tienes hija... que a ti sólo te hacen falta unas pocas líneas para dejarnos a todos fuera de combate.

Mis besos, poetísima!!

MArian

Carmen dijo...

Gracias a los dos, Tino y Marian... de verdad que es una alegría teneros por aquí...

Un beso muy grande