domingo, 3 de octubre de 2010

A un hombrecillo


Dedicado

Érase una vez un hombrecillo que un día llegó a una oficina alegre con un traje barato y triste y muchos complejos. El hombrecillo quería triunfar en la vida, triunfar en su vocabulario significaba tener un despacho, una visa de empresa, un coche de lujo, un duplex en la zona norte y un traje menos feo. Lo necesitaba para compensar su triste vida de marido adúltero y sexo reprimido. Y como lo deseaba más que nada en el mundo, lo consiguió.
Para ello mintió, espió, sobornó, se rodeó de seres iguales de míseros pero menos inteligentes que él, aprendió a no tener sentimientos y obtuvo esa felicidad de camisas de marca que da el poder.
Al final, consiguió convertir ese lugar alegre y hermoso en un sitio tan frío y triste como él. Pero su triunfo no le salvo del psicólogo, ni de las amantes sin polvos (sólo unos cuantos calentones para mantener el ego alto), ni de tener que correr kilómetros y kilómetros todas las tardes para huir hacia ningún sitio.
Y, sobre todo, no le salvó,de su cara frente al espejo todas las mañanas recordándole que sólo hizo daño a los que envidió, a los que temió porque supo mejores y, sobre todo, más felices.

16 comentarios:

faustino lobato dijo...

Interesante relato. Pero si te digo me gustan más tus versos. Lo que cuentas en tus poemas es distinto y en otro lenguaje, es verdad, sin embargo a mí me resulta más, mucho más, interesante...Un abrazote.Tino

Desconcierto dijo...

Creo conocer a algún tipo así.Una pena....y lo malo que ese ralato tiene pinta de ser cercano para ti.

Sobre los relatos, recuerdo uno que publicaste en un portal y que me pareció buenísimo hasta tal punto que intenté animarte para hacer una segunda parte..no lo conseguí :)

besooo.

Luis Oroz dijo...

Sobre todo me gusta esa idea de la conciencia del daño; una carga soportable para algunos, pero que, sin duda, hace más difícil cualquier desplazamiento.

Un besazo, amiga.

Bletisa dijo...

"Érase una vez un hombrecillo"
Un hombrecillo es lo más despectivo que se puede decir de un hombre, Carmen. No hay nada más descriptivo que la palabra hombrecillo para un señor.
Te sobraba todo el resto del relato e imagino tu cara de asco al describirlo.
Pobrecico diría yo a "érase un hombrecillo"
Yo conozco a unos cuantos y cuantas hombrecitos y mujercillas.
Pobrecitos.

Carmen dijo...

A mí también me gustan más los poemas, Tino, pero sucede que en la vida, por desgracia, no todo es poesía... Mil gracias. Otro abrazote.

Carmen dijo...

El que tú recuerdas era de misterio, creo, jajaja, no sé ni dónde andará igual me animo y lo busco... pero uf, me dan una pereza ahora los relatos... Y sí, claro, conozco a algún hombrecillo, jeje... pobres hombrecillos como dice Amparo.

Besote,Antonio.

Carmen dijo...

Tienes toda la razón, Luis, saber lo que eres es el peor castigo y este hombrecillo lo sabía y lo sabe.

Besazo para ti.

Carmen dijo...

Parece que me leas el pensamiento, Amparo, porque el final era precisasmente ese: "pobre hombrecillo" pero era tan obvio que lo quité... Pobrecitos y pobrecitas, sí.

Beso for you.

estrella dijo...

Buenas noches Carmen!!
Es una verdadera lástima que halla hombrecillos así,lo que es un "trepa"diría yo,que se aprovecha de los que tiene a su alrededor con sus telemanejes,para conseguir sus propósitos.
Lo mejor es que todos los días de su vida sabrá que vacía es su existencia,porque en el fondo sabe que está sólo

Un beso

lino dijo...

Con un érase una vez comenzaban los cuentos clásicos, me da que siempre ha habido "hombrecillos", seguro que desde antes de que se inventaran los cuentos. Y, desgraciadamente, los seguirá habiendo después de que nadie escriba cuentos, aunque quizá en esto sea un poco pesimista, :-D.
Pero cuando estos seres nos tocan de cerca son como un particular ejército de plagas.

Un beso

Ana Clavero dijo...

Bendito cambio el que hiciste. Ignoro si todavía queda alguien dentro que te interese. Si no es así borra a ese mindungui de tu mente y que su infelicidad lo siga jodiendo.

Un besazo, preciosa

Carmen dijo...

Eso mismo, Estrella, nadie se libra de conocer a alguien así...

Gracias. Qué fiel, qué gusto...

Carmen dijo...

Ahí está la clave, Lino, que existan casi que da igual, lo malo es cuando "nos tocan de cerca"...

Un beso.

Carmen dijo...

No, ya no queda nadie, es casi un respiro...

Cuánto me gusta verte por aquí, Ana, cuánto te quiero...

Anónimo dijo...

No solo tu poesía es magnífica, tus textos no se quedan atrás. No me gusta meterme más allá de lo escrito, no me creo con tal derecho, pero decirte que, si alguien así ta ha llegado de cerca, no ha hecho más que sacar - luego del dolor - lo mejor de vos. Después de todo tenemos millones de ojos, y todos están cerrados, hasta que algo comienza a hacerlos abrirse. Solo así nos vamos haciendo más sabios. Solo así podemos ver la vida en toda (o casi toda) su potencia. Y vos Carmen supuras vida, latis poema, amas intensamente lo que te rodea, lo siento, se te nota. Solo alguien que ama intensamente (lo que fuere) puede observar e interpretar la realidad como vos lo haces. Con mi admiración de siempre: un beso.

Carmen dijo...

Lo mejor que el hombrecillo sacó de mí fue que no lo logró "contaminarme" y mira que lo intentó... Y no te fíes de lo que lees, Ciento, a veces debajo de la escritura no hay seres excepcionales... Ya verás el texto que voy a colgar de Onetti, jajaja... por no hablar del reciente Nóbel, V.LLosa, que todo lo que tiene de magnífico escritor lo tiene, en mi opinión de "detestable" en cuanto a talante y posicionamiento de vida.
De todas formas es un gusto que me veas así. Beso y siempre gracias.