"A los doce años escribo mi primer verso. Es de noche; mis familiares ausentes. Hablo en él de cementerios, de mi muerte. Lo doblo cuidadosamente y lo dejo debajo del velador, para que mi madre lo lea antes de acostarse. El resultado es esencialmente doloroso; a la mañana siguiente, tras una contestación mía levantisca, unos coscorrones frenéticos pretenden enseñarme que la vida es dulce. Desde entonces, los bolsillos de mis delantales, los corpiños de mis enaguas, están llenos de papeluchos borroneados que se me van muriendo como migas de pan."
Alfonsina Storni
Alfonsina Storni
2 comentarios:
Muy tierno y descriptivo este poema dulce como los recuerdos de la niñez.
Un beso Carmen.
Mavi
Hola Mavi, gracias por tu fidelidad. En realidad no es un poema, es un fragmento de su diario pero, bueno, lo importante es lo que dice que, por cierto, me parece "terrible". Un besote.
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